miércoles, 2 de marzo de 2011

PRIMER PARCIAL punto 2

El poema de Cesar Vallejo:


NOCHEBUENA          Cesar Vallejo
Al callar la orquesta, pasean veladas
sombras femeninas bajo los ramajes,
por cuya hojarasca se filtran heladas
quimeras de luna, pálidos celajes.
Hay labios que lloran arias olvidadas,
grandes lirios fingen los ebúrneos trajes.
Charlas y sonrisas en locas bandadas
perfuman de seda los rudos boscajes.
Espero que ría la luz de tu vuelta;
y en la epifanía de tu forma esbelta,
cantará la fiesta en oro mayor.
Balarán mis versos en tu predio entonces,
canturreando en todos sus místicos bronces
que ha nacido el niño-Jesús de tu amor.

 El poema de Alfonsina Storni:

TU DULZURA
Camino lentamente por la senda de acacias, 
me perfuman las manos sus pétalos de nieve, 
mis cabellos se inquietan bajo céfiro leve 
y el alma es como espuma de las aristocracias. 

Genio bueno: este día conmigo te congracias, 
apenas un suspiro me torna eterna y breve... 
¿Voy a volar acaso ya que el alma se mueve? 
En mis pies cobran alas y danzan las tres Gracias. 

Es que anoche tus manos, en mis manos de fuego, 
dieron tantas dulzuras a mi sangre, que luego, 
llenóseme la boca de mieles perfumadas. 

Tan frescas que en la limpia madrugada de Estío 
mucho temo volverme corriendo al caserío 
prendidas en mis labios mariposas doradas.

Los Poetas Negros de Latinoamérica


Alfonsina Storni, una poetisa de nacionalidad argentina, y César Vallejo, peruano, son dos grandes artistas de Latinoamérica. 

Alfonsina Storni cuenta con obras cuyas características son de obras románticas, con una carga de rencor hacia el sexo masculino, pero uno de los hechos que marcaría su poesía sería el diagnóstico de cáncer de mama y otras circunstancias que la llevaron a deprimirse y cambiar su carácter, algo que se vio reflejado en su poesía, estos sentimientos fueron tan grandes que la llevaron hasta el punto de suicidarse.

Por otro lado, César Vallejos, en el los poemas se caracterizaban por una tendencia a hablar sobre su insatisfacción de vivir, además de una obstinado sentimiento de dolor provocado por la vida. Todo esto es alimentado por experiencias como el desamor, el ser encarcelado injustamente, así como su contacto directo con la explotación de los indios, cuestión que lo hace familiarizarse con el marxismo.

Estas características, un poco oscuras, melancólicas y dolorosas, son reflejadas en las obras de estos escritores, que les gana el nombre de los poetas negros de Latinoamérica.


  

PRIMER PARCIAL punto 3

POEMAS DE AMOR DE PABLO NERUDA

Amor

Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-.

Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía
amarte más.
Y todavía
amarte más
y más.
Pablo Neruda







No hay nada más interesante que los ojos. ¿Ya miraste a los ojos de la otra persona? De la persona amada y no amada. Del amigo y del conocido. Del jefe y del compañero de trabajo. De un niño y un anciano. Los ojos emiten una energía que es la misma energía del alma, por eso son conocidos como las ventanas del alma. Cuando miro en los ojos y dejo que los otros miren en mis ojos, estoy abriendo puertas hacia un mundo de comprensión y amor.
Pablo Neruda










Casi fuera del cielo ancla entre dos montañas
la mitad de la luna.
Girante, errante noche, la cavadora de ojos.
A ver cuántas estrellas trizadas en la charca.

Hace una cruz de luto entre mis cejas, huye.
Fragua de metales azules, noches de las calladas luchas,
mi corazón da vueltas como un volante loco.
Niña venida de tan lejos, traída de tan lejos,
a veces fulgúrese su mirada debajo del cielo.
Quejumbre, tempestad, remolino de furia,
cruza encima de mi corazón, sin detenerte.
Viento de los sepulcros acarrea, destroza, dispersa tu raíz soñolienta.
Desarraiga los grandes árboles al otro lado de ella.
Pero tú, clara niña, pregunta de humo, espiga.
Era la que iba formando el viento con hojas iluminadas.
Detrás de las montañas nocturnas, blanco lirio de incendio,
ah nada puedo decir! Era hecha de todas las cosas.

Ansiedad que partiste mi pecho a cuchillazos,
es hora de seguir otro camino, donde ella no sonría.
Tempestad que enterró las campanas, turbio revuelo de tormentas
para qué tocarla ahora, para qué entristecerla.
Ay seguir el camino que se aleja de todo,
donde no esté atajando la angustia, la muerte, el invierno,
con sus ojos abiertos entre el rocío.















PABLO NERUDA

(Seudónimo de Neftalí Ricardo Reyes Basoalto; Parral, Chile, 1904-Santiago de Chile, 1973) Poeta chileno. Comenzó muy pronto a escribir poesía, y en 1921 publicó La canción de la fiesta, su primer poema, con el seudónimo de Pablo Neruda, en homenaje al poeta checo Jan Neruda, nombre que mantuvo a partir de entonces y que legalizó en 1946.
Su madre murió sólo un mes más tarde de que naciera él, momento en que su padre, un empleado ferroviario, se instaló en Temuco, donde el joven Pablo Neruda cursó sus primeros estudios y conoció a Gabriela Mistral. Allí también comenzó a trabajar en un periódico, hasta que a los dieciséis años se trasladó a Santiago, donde publicó sus primeros poemas en la revista Claridad.
Tras publicar algunos libros de poesía, en 1924 alcanzó fama internacional con Veinte poemas de amor y una canción desesperada, obra que, junto con Tentativa del hombre infinito, distingue la primera etapa de su producción poética, señalada por la transición del modernismo a formas vanguardistas influidas por el creacionismo de Vicente Huidobro.
Los problemas económicos indujeron a Pablo Neruda a emprender, en 1926, la carrera consular que lo llevó a residir en Birmania, Ceilán, Java, Singapur y, entre 1934 y 1938, en España, donde se relacionó con García Lorca, Aleixandre, Gerardo Diego y otros componentes de la llamada Generación del 27, y fundó la revista Caballo Verde para la Poesía. Desde su primer manifiesto tomó partido por una «poesía sin pureza» y próxima a la realidad inmediata, en consonancia con su toma de conciencia social.
En tal sentido, Neruda apoyó a los republicanos al estallar la guerra civil y escribió España en el corazón. Progresivamente sus poemas experimentaron una transición hacia formas herméticas y un tono más sombrío al percibir el paso del tiempo, el caos y la muerte en la realidad cotidiana.
De regreso en Chile, en 1939 Neruda ingresó en el Partido Comunista y su obra experimentó un giro hacia la militancia política que culminó con la exaltación de los mitos americanos de su Canto general. En 1945 fue el primer poeta en ser galardonado con el Premio Nacional de Literatura de Chile. Al mismo tiempo, desde su escaño de senador utilizó su oratoria para denunciar los abusos y las desigualdades del sistema. Tal actitud provocó la persecución gubernamental y su posterior exilio en Argentina.
De allí pasó a México, y más tarde viajó por la URSS, China y los países de Europa Oriental. Tras este viaje, durante el cual Neruda escribió poemas laudatorios y propagandísticos y recibió el Premio Lenin de la Paz, volvió a Chile. A partir de entonces, la poesía de Pablo Neruda inició una nueva etapa en la que la simplicidad formal se correspondió con una gran intensidad lírica y un tono general de serenidad.
Su prestigio internacional fue reconocido en 1971, año en que se le concedió el Premio Nobel de Literatura. El año anterior Pablo Neruda había renunciado a la candidatura presidencial en favor de Salvador Allende, quien lo nombró poco después embajador en París. Dos años más tarde, ya gravemente enfermo, regresó a Chile. De publicación póstuma es la autobiografía Confieso que he vivido.

Su relación con el gobierno de Salvador Allende
En el aniversario de la muerte de Salvador Allende quería publicar una entrada en Homenaje a su Memoria, pero tras pensar como hacerlo y que publicar, escogido a Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto, mas conocido con el seudónimo de: Pablo Neruda, quien mejor que el para ese homenaje 
El 11 de Septiembre de 1973 el gobierno de Allende es derrocado por un violento golpe de estado protagonizado por Augusto Pinochet, durante el cual la casa de Neruda es saqueada y sus libros quemados. Mientras sucede todo esto Neruda esta en el hospital, pues sufre un cáncer de próstata, moribundo, pide noticias del terror. De a ratos consigue dormir y dormido delira. La vigilia y el sueño son una única pesadilla. Desde que escuchó por radio las palabras de Salvador Allende, su digno adiós, el poeta ha entrado en agonía, del que finalmente muere el día 23 de ese mismo mes.